Conferencistas

Riccardo Petrella  

El desafío del siglo XXI: la vida.
Terminar con la mercantilización del mundo.

Se nos ha dicho que la ciencia y la tecnología eran poderosos instrumentos de desarrollo humano y de bienestar para el mundo entero. Hay que reconocer que los usos que nuestras “sociedades del conocimiento” han hecho de los avances científicos y tecnológicos logrados, han contribuido, sobre todo, a devastar los eco-sistemas del Planeta. Por otra parte, se han agravado las desigualdades, la mercantilización de la vida no tiene ya límites, las crisis energéticas, alimentarias, hídricas, climáticas han llevado a la actual “crisis mundial”, El mundo es violento: más de 2,8 millardos de pobres absolutos, más de 1,7 millardos de habitantes en tugurios, más de 2,6 millardos sin acceso a servicios higiénicos… Hay que aprender a construir otro tipo de sociedad capaz de amar la vida, de todos los habitantes del Planeta y en el Planeta. Amar la vida es posible a partir del reconocimiento de que el derecho a la vida pertenece a todos los habitantes de la Tierra; que todos formamos parte de la humanidad a quien debemos reconocer como sujeto jurídico y político; que los bienes esenciales e insustituibles para la vida deben ser considerados como bienes comunes de los cuales las sociedades son colectivamente responsables; que la soberanía de los pueblos y la seguridad de la existencia de las comunidades humanas son riquezas que debemos compartir; que no puede haber independencia política de los sujetos financieros, que el conocimiento no es una mercancía. Aprender pues que el futuro nos pertenece conjuntamente. El Planeta no es riqueza por conquistar para el bienestar de los más fuertes. La economía actual ha pervertido la naturaleza del oikos nomos (eco-nomía), es decir “las reglas de la casa”. Es el momento de ponerse a trabajar para construir la “casa Tierra”.

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